Similar camino que emprendió Toyota para crear una marca de lujo con
Lexus, es el de Infiniti, en este caso bajo la matriz Nissan. Es de los fabricantes más modernos, ya que nace en 1989 con la idea de crear automóviles desde cero, no mejorando algunos actuales, para que llegaran a poder competir con modelos de marcas premium tanto norteamericanas como europeas. Hasta hace aproximadamente una década, era una marca casi residual en el Viejo Continente. Pero desde 2008, cuando inició un proceso de expansión mundial, los Infiniti de segunda mano que exhibimos en nuestras exposiciones tienen mucha más demanda. Estamos hablando del
FX, un crossover de alto rendimiento; el SUV
QX50, así como la berlina de media-alta gama Q70, entre otros modelos. De hecho, su apuesta en el mercado se centra en los todocaminos, los coupés, las berlinas y los crossover compactos que destacan por su excelente equipamiento y tecnología, así como notables prestaciones en sus mecánicas variadas: diésel, gasolina y cada vez más sistemas híbridos. Patrocina en la actualidad al equipo Renault de Fórmula 1 y antes hizo lo propio con el equipo Red Bull. Un perfecto escaparate para seguir dándose a conocer en Europa, donde se ha hecho ya un hueco, pero quiere más parte del pastel. Si algún día podrá competir con marcas premium consolidadas como
BMW o
Audi, está por ver. Pero lo que es innegociable es que quien compra un Infiniti de ocasión, está adquiriendo un producto de lujo, bonito y con la mejor tecnología.